Enfermedad de Parkinson, movilidad y equilibrio

Escrito por Stannah

Día Mundial de la Salud

¿Alguna vez pensó lo difícil que puede ser para una persona con Parkinson llevarse un simple vaso de agua a la boca?

Todos los días leemos sobre hábitos saludables y sobre cómo beber cuatro o cinco vasos de agua al día es bueno para salud. Mientras todos estos artículos son muy útiles e importantes, decidimos mirar el tema desde otro punto de vista. Y si, para empezar, ¿un trastorno del movimiento como la Enfermedad de Parkinson nos impidiera de beber de forma independiente ese vaso de agua? No queremos ni imaginarlo y seguro no lo habíamos pensado antes. Pero existen 10 millones de personas en el mundo que sufren los efectos de la enfermedad de Parkinson directamente en su movilidad y en su capacidad de equilibrio. Por eso, hoy hemos decidido hablar sobre lo que se puede hacer para paliar estos efectos en la fase inicial de la enfermedad. Sabemos que un acompañamiento temprano por un médico especialista es vital, por eso es tan importante la concienciación para esta enfermedad degenerativa. Mientras tanto, estamos optimistas respecto a las investigaciones que se están llevando a cabo para controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Esto se está convirtiendo en una tarea cada vez más urgente ya que se prevé que, con el aumento de la esperanza de vida, existan cada vez más personas con esta enfermedad. ¿Pero qué es lo que podemos hacer? Primero, empezaremos por comprender como actúa la enfermedad de Parkinson.

Día Mundial de la Salud: Parkinson

¿Qué es la Enfermedad de Parkinson?

El nombre de esta enfermedad deriva del médico británico James Parkinson que, en 1817, fue el primero en describir esta enfermedad cómo “Parálisis Temblorosa”. Sorprendentemente, es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en el mundo. Se la conoce sobre todo por la progresiva pérdida de control muscular que provoca el temblor constante de las extremidades, la cabeza, además de la rigidez muscular, movimientos lentos, pérdida de equilibrio. Todo combinado conlleva a que el caminar y el subir escaleras se conviertan en tareas completamente imposibles de llevar a cabo de forma independiente y que, a menudo, resulten en caídas. La mayoría de las personas con enfermedad de Parkinson tiene más de 60 años, pero también existen casos de una aparición más temprana de esta enfermedad.

¿Cuáles son las causas y síntomas de la Enfermedad de Parkinson?

Al tratarse de una enfermedad degenerativa, el Parkinson consiste en el deterioro progresivo de la función motora debido a que las células en el cerebro dejan de ser capaces de producir dopamina. Todavía se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, pero los investigadores especulan que puede ser una combinación de factores genéticos y ambientales. Además, se ha demostrado que los hombres tienen 50% más de probabilidad de desarrollar Parkinson.

Enfermedad de Parkinson: causas y síntomas

Síntomas principales de la Enfermedad de Parkinson:

  • Temblor de las extremidades;
  • Rigidez muscular;
  • Lentitud en la capacidad de reaccionar;
  • Pérdida de equilibrio;
  • Marcha arrastrada.

Síntomas secundarios de la Enfermedad de Parkinson:

  • Ansiedad;
  • Depresión;
  • Confusión mental;
  • Demencia.

¿Cómo evoluciona la Enfermedad de Parkinson?

Según la Fundación de Parkinson, existen 5 etapas de progresión de la enfermedad de Parkinson:

  1. Los síntomas son muy leves y no interfieren con la calidad de vida de la persona;
  2. Los síntomas empeoran y las tareas del día a día se hacen más difíciles;
  3. Esta es la etapa intermedia de la enfermedad de Parkinson. La persona empieza sintiendo pérdida de equilibro, se mueve más lento y las caídas son más frecuentes. Tareas como vestirse, comer, beber o cepillar los dientes son cada vez más difí
  4. Los síntomas son ahora más severos y la persona necesita ayuda para andar y hacer su rutina diaria.
  5. Esta es la etapa más avanzada de la enfermedad de Parkinson. La persona afectada ya no podrá andar y necesitará asistencia a tiempo completo.

Cómo evoluciona la Enfermedad de Parkinson

Por eso, es tan importante detectar los primeros síntomas de esta enfermedad y aconsejarse con los médicos especialistas. Sabemos de casos de personas que pueden llegar a vivir muchos años de vida productiva después del diagnóstico. De hecho, se considera que la esperanza de vida de las personas con Parkinson es la misma que la de una persona sin esta condición. Así, el mayor reto es paliar los síntomas para mejorar la calidad de vida de esas personas. ¿Cómo podemos hacer eso?

 ¿Cómo la enfermedad de Parkinson afecta la movilidad y el sentido de equilibrio?

La neurofisiología comprueba que la enfermedad de Parkinson afecta el equilibrio, la marcha, el movimiento funcional que, de una forma general, provoca movilidad reducida. ¿Pero qué queremos decir con movilidad reducida?

 Movilidad es la capacidad de una persona para moverse en seguridad en varios entornos y poder llevar a cabo tareas funcionales.

¿Cómo la enfermedad de Parkinson afecta la movilidad y el sentido de equilibrio?

Por tareas funcionales entendemos cosas tan sencillas como beber un vaso de agua o comer. Y es que la capacidad de movimiento es algo que damos por garantizado. Nadie espera que puede llegar el día en el perdemos nuestra capacidad de movimiento y mucho menos con una enfermedad degenerativa como la enfermedad de Parkinson.

Nuestra movilidad requiere un control neuronal dinámico, sentido de equilibrio y agilidad suficientes para ser capaces de adaptarnos a transiciones posturales rápidas. Por eso es tan importante entender qué ejercicios podemos hacer para minimizar los efectos del Parkinson en la movilidad que puede ser, además, una condición provocada por los efectos de envejecimiento en lo general. Y más importante aún ¿qué podemos hacer para minimizar el riesgo de caída?

Enfermedad de Parkinson y prevención de caídas

La enfermedad de Parkinson no es una condición de amenaza para la vida, pero las personas que sufren esta enfermedad pueden depararse con situaciones que, indirectamente, amenazan su integridad física. Por eso, es tan importante ayudar a nuestros seres queridos mayores a prevenir caídas. Además, una caída podría echar por tierra los efectos positivos de cualquier programa de rehabilitación en el combate contra los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Enfermedad de Parkinson y prevención de caídas: silla salvaescaleras

A lo largo de los últimos 40 años, Stannah conoció a muchos clientes con todo tipo de condiciones que afectan su capacidad de moverse y de utilizar las escaleras en seguridad. Tras toda esta experiencia con nuestros clientes, sabemos que la enfermedad de Parkinson es una de las condiciones que más puede deteriorar la capacidad de movimiento y representar un mayor riesgo a la hora de utilizar las escaleras. A menudo, nuestros seres queridos en esta condición suelen esforzarse más de lo que deberían o incluso suben las escaleras a gatas – a parte de no ser una forma segura de subir las escaleras, tampoco es la más digna para nuestros seres queridos. Así, una silla sube escaleras puede ser la solución para que nuestros mayores puedan utilizar las escaleras en seguridad, mientras proporciona la tranquilidad a la familia de que se elimina el riesgo de caída en las escaleras. Más información sobre todos los modelos de sillas salvaescaleras aquí.

¿Cómo podemos atenuar los efectos de la movilidad reducida en personas con enfermedad de Parkinson?

En las últimas décadas, la neurociencia aportó al mundo descubrimientos positivos sobre los efectos del ejercicio físico en la neuroplastia, es decir, en la capacidad que el cerebro tiene para formar nuevas conexiones neuronales y en la prevención de la degeneración de las neuronas (descubre más sobre neuroplastia aquí). De hecho, está más que comprobado que el ejercicio físico puede mejorar las funciones cerebrales en personas con trastornos neurológicos como el Parkinson y el Alzheimer.

¿Cómo podemos atenuar los efectos de la movilidad reducida en personas con enfermedad de Parkinson?

Un médico especialista y fisioterapeuta podrán indicarle exactamente qué ejercicios podrían ayudarle. Está comprobado que el ejercicio físico aeróbico, como caminar en cinta rodante o simplemente caminar al aire libre, aporta muchos beneficios a todas las personas, en particular a las que sufren de Parkinson. Los resultados demuestran que han mejorado la capacidad de equilibrio y el sentido de equilibrio en la marcha. No obstante, el ejercicio físico no deberá colocar la persona en riesgo de caída, sobre todo si se trata de una persona mayor. Por eso, una persona con Parkinson debe ser guiada por un fisioterapeuta para que siga un programa de rehabilitación de mejora de equilibrio, a través de ejercicios que retan el sistema de control sensorial a mejorar su condición de equilibrio dinámico y mejorar su movilidad en lo general.

Según un estudio del Dr. Ergun Y. Uc, de la Universidad de Iowa, los resultados sugieren que

 “Caminar es una forma segura y accesible de paliar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y mejorar la calidad de vida.”

Una intervención temprana es vital para que realmente se pueda hacer algo antes que la enfermedad de Parkinson empiece a destruir las células del cerebro. A pesar de que la comunidad científica sigue investigando tratamientos preventivos, ya es posible conseguir que una persona con síntomas moderados de Parkinson, y sin demencia, pueda caminar de forma independiente, sin un andador o bastón. Además, esta persona va a tiempo de seguir un programa de rehabilitación a través de ejercicios moderados de 150 minutos de actividad aeróbica a la semana. Además, la investigación llevada a cabo comprueba que los efectos positivos y beneficios del ejercicio moderado en pacientes con Parkinson influye en la reparación y prevención del deterioro de las células del cerebro.

Producción de neuronas productoras de dopamina a partir de células madre: ¿podríamos estar a un paso de la cura?

A medida que la enfermedad progresa, la calidad de vida tiende a disminuir y funciones tan básicas como tragar la comida puede ser afectada. Actualmente, no existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Pero en el momento que se diagnostica, se pueden paliar los síntomas a través de medicación y terapias, especialmente si la enfermedad está en fase inicial. Sin embargo, la comunidad científica sigue esforzándose para encontrar un tratamiento más efectivo para que deje de ser una enfermedad incapacitante.

Producción de neuronas productoras de dopamina a partir de células madre

Como mencionamos antes, la enfermedad afecta las células del cerebro (neuronas) que producen dopamina. A medida que la enfermedad progresa y las neuronas productoras de dopamina mueren, los niveles de dopamina disminuyen. La buena noticia es que científicos en Suecia identificaron un conjunto de marcadores que ayudan a controlar la calidad de las células madres modificadas para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Como la dopamina es un mensajero químico esencial para controlar el movimiento, este descubrimiento podrá ayudar a modificar las células madre para producir una población de neuronas de dopamina de alta calidad. El objetivo sería que ese conjunto de células madre se pueda trasplantar a los cerebros de los pacientes, para que puedan producir neuronas de dopamina sanas.

Pero mientras esta interesante investigación sigue en laboratorio, ¿qué podemos hacer para retrasar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y mejorar la calidad de vida de los que sufren de esta enfermedad?

La mayoría de las personas diagnosticadas con enfermedad de Parkinson no tiene la ayuda de un fisioterapeuta hasta que los problemas de movilidad ya son muy evidentes y están muy avanzados. Sin embargo, es posible que un programa de rehabilitación enfocado en la prevención de caída y retraso de los síntomas más graves pueda servir de ayuda, a pesar de que la enfermedad seguirá avanzando, no cabe duda de que sirve de mucha ayuda a que tengan calidad de vida por más tiempo. Una vez más, en todos los temas del envejecimiento que abordamos, parece ser que el ejercicio físico es el mejor aliado para aumentar la regeneración de las neuronas, con beneficios evidentes no solo para los pacientes y todo su entorno – la família.

Fuentes: